"Es evidente que en la UE temen las valoraciones desprejuiciadas de lo que ocurre en el mundo, en particular en Ucrania, si el punto de vista y la interpretación se distingue de los que difunden los principales medios de prensa europeos", explica el documento publicado por el Departamento de Información y Prensa de la Cancillería rusa en su página web.
"Con esto se viola el derecho de los ciudadanos de la UE al acceso a hechos y puntos de vista alternativos", añade la Cancillería.
La entidad diplomática rusa expresó su sorpresa de "cuánta creatividad tuvo que mostrar el Tribunal de la UE para justificar las medidas restrictivas ilegítimas, que son en su esencia un castigo al periodista por expresar sus puntos de vista políticos".
"Resulta muy extraño que la UE, que se considera defensora de la libertad de palabra y la autoexpresión en todo el mundo permite, y más, aprueba, este tipo de censura en sus propias fronteras", acusa el texto.
"Como se sabe, a Kiseliov no le dieron la posibilidad de participar personalmente en la sesión del Tribunal sobre la demanda que interpuso al Consejo de Europa", añadió el documento.
La declaración concluye cuestionando que "sería curioso saber qué piensan de estas interpretaciones libres de la libertad de los medios de prensa en la OSCE y el Consejo de Europa, una de cuyas misiones consiste justamente en defenderla".
Las sanciones personales contra Kiseliov se introdujeron el 21 de marzo de 2014.
Dicha decisión fue recurrida en la Corte General en mayo de 2015, las audiencias se desarrollaron a finales de septiembre de 2016, pero a Kiseliov no le permitieron exponer su posición, a pesar de que lo garantiza la Convención Europea de los Derechos Humanos.
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En agosto de 2016 Kiseliov solicitó al Consejo de la UE retirar la prohibición de entrada en la UE aunque sea por un día, para asistir a la audiencia del tribunal, pero recibió una respuesta negativa.