"El proyecto se realiza cumpliendo estrictamente las mismas normas que observamos al construir el Nord Stream 1", dijo el empresario.
En opinión de Medvédev, "es curioso que la Comisión Europea solicite a los miembros de la Unión Europea un mandato para llevar a cabo conversaciones (…) sobre un proyecto comercial que es el Nord Stream 2 aunque, al parecer, no hay nada de que hablar".
Varios países europeos habían dirigido una carta al presidente del Parlamento Europeo en la que se pronunciaron en contra del proyecto porque, a su juicio, conlleva riesgos de desestabilización geopolítica.
El proyecto Nord Stream 2 prevé el tendido de dos tuberías de gas con capacidad para 55.000 millones de metros cúbicos anuales, que se extenderían desde la costa rusa hasta Alemania por el fondo del mar Báltico.
Su trazado es casi paralelo al del primer gasoducto del mismo nombre puesto en servicio en 2011.
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El presidente de la empresa Naftogaz Ucrania, Andréi Kóbolev, había declarado que la ejecución de Nord Stream 2 y de otro proyecto de gasoducto, Turk Stream, privaría a Ucrania de todos los ingresos por el transporte del gas ruso a través de su territorio y reduciría hasta cinco veces el coste del Sistema de Transporte de Gas de Ucrania (GTS).
Según aseguró Kóbolev, al menos tres compañías europeas se habían interesado por participar en la gestión del GTS.
