Cuando en verano de 1941 las tropas de la Alemania nazi se acercaron a la ciudad de Leningrado, el mando alemán decidió sitiar la ciudad para no poner en riesgo las vidas de miles de sus soldados. A lo largo de casi 900 días, tres millones de ciudadanos de Leningrado permanecieron prácticamente aislados del mundo.
En el territorio de la ciudad se construyeron más de 4.100 búnkeres y fortines, en los edificios se instalaron 22.000 puntos de fuego, en las calles se levantaron más de 35 kilómetros de barricadas y numerosas barreras antitanque. En la defensa antiaérea de la ciudad participaron alrededor de 300.000 ciudadanos. Todos los días y todas las noches, montaron guardia en las fábricas, frente a sus casas y en los tejados de los edificios. ¿Cómo se veía Leningrado en los tiempos de la Segunda Guerra Mundial y cómo se ve ahora?