Rusia restringió en agosto de 2014 las importaciones de carne, salchichón, pescado, mariscos, hortalizas, frutas y productos lácteos provenientes de los países que impusieron las sanciones antirrusas y después prorrogó el embargo hasta el 31 de diciembre de 2017.
"Bielorrusia aprovechó las ventajas que ofrece la zona de libre comercio que funciona en el territorio de la Unión Europea y en un plazo corto se convirtió en el más grande punto de trasbordo de productos sancionados con destino a Rusia, ocupando más del 15% del mercado ruso de productos importados, mientras en 2012 le correspondía no más del 1% en este mercado", señaló Tkachov.