"No tenemos reclamaciones territoriales respecto a los países vecinos", indicó Lavrov.
Señaló que Rusia quiere mantener buenas relaciones con los países vecinos.
"Estamos interesados en que nos rodeen unos Estados prósperos con los que podamos cooperar en un ambiente de buena vecindad", dijo.
Situación en Donbás
"Nuestros esfuerzos estarán dirigidos igual que antes a no permitir que unas cabezas calientes de Kiev provoquen una nueva espiral de la violencia en el sureste del país, en ningún caso abandonaremos a su suerte a los habitantes de Donbás", dijo al periódico Argumenti y Fakti.
Según el canciller, el proceso de solución del conflicto en el sureste de Ucrania se ha estancado porque los dirigentes ucranianos no quieren cumplir los Acuerdos de Minsk.
También señaló que Moscú seguirá trabajando para que Kiev levante el bloqueo de Donbás y empiece a cumplir lo acordado en Minsk.
¿#Kiev pierde el control? #Donetsk y #Lugansk dan un ultimátum por el bloqueo a #Donbás https://t.co/EOtHWuzWTs pic.twitter.com/lQ4woGgTke
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 28 февраля 2017 г.
Al recordar que los Acuerdos de Minsk estipulan establecer un diálogo directo entre Kiev y Donbás, Lavrov dijo que "nadie —ni Rusia ni el nuevo presidente de EEUU— podrá hacer por las partes en conflicto lo esencial, o sea coordinar las garantías de seguridad mutuas y los principios de edificación de un futuro común".
Fotos: Donbás, dos años después de los acuerdos de Minsk
Los acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política del conflicto pero no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia, cuyo resultado la ONU estima en más de 10.200 muertos.