"Las clases de yoga ayudan a los reos a estabilizar su estado emocional, ya que la vida en los lugares de reclusión deja una huella en cada persona condenada a permanecer tras las rejas, hoy ya vemos un resultado", destaca el comunicado.
El documento asegura que los 10 presos que asisten a las sesiones de yoga "infringen menos el reglamento de la cárcel y se vuelven más equilibrados".
Las clases de yoga, basadas en un curso de vídeo, forman parte de un programa de labor deportiva en prisiones.