"El presente proyecto de ley modifica el artículo 116 del Código Penal de Rusia excluyendo de la lista de delitos los golpes a miembros de familia y otros allegados (sin daños a la salud) para tipificarlos como falta administrativa", señala una nota aclaratoria.
Debido a esta omisión legal, un sopapo a un niño travieso podía costarle hasta dos años de prisión a un padre, y una multa a un vecino.
Hoy en día, los golpes y otras acciones violentas que causan dolor físico a familiares y allegados, pero no daños a su salud, se castigan con hasta dos años de cárcel o, alternativamente, seis meses de arresto, dos años de trabajos forzados, un año de trabajo correccional o 360 horas de servicio comunitario.
Sin embargo, las sanciones penales por golpes domésticos se mantendrán para los reincidentes.
La enmienda debe ser aprobada aún en el Senado y promulgada por el presidente de Rusia.