El nuevo certificado de nacimiento del niño fue entregado a la familia el miércoles 11 de enero. El jefe de la oficina de registro ha señalado que el niño tendrá un futuro brillante, incluso podría llegar a ser presidente del país o un político prominente.
La idea de cambiar el nombre del niño provino de su abuelo Rajmon, de 70 años de edad, el cual es un fiel seguidor de las políticas de Putin. En las paredes de su casa cuelgan retratos del líder ruso y del alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin.
"Una vez leí que en Egipto bautizaron a un niño con el nombre de Putin, y me pregunté por qué esto no ocurría en Rusia", afirmó Rajmon en agosto del año pasado, cuando se conoció la decisión de los padres.
De acuerdo con la madre del niño, ya los familiares están acostumbrados a llamar al pequeño, Putin, y de manera más cariñosa, Putinushka. El niño responde a ambos nombres.