Zajárova se sincera: "Hace mucho que quería decirlo, pero me daba vergüenza"

"Hace mucho que quería decirlo, pero me daba vergüenza", así comienza la emotiva carta de María Zajárova, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, publicada en su página de Facebook y en la que la diplomática abre su corazón a sus seguidores.

"Hace un par de meses, durante una reunión con nuestros nuevos cargos electos del Parlamento, me echó una bronca el general Shamánov. Se puso de pie y, delante de toda la sala, me preguntó: '¿No le da a usted vergüenza llamarlos a ELLOS socios?'", explica Zajárova en su publicación en la red social.

"Para la política exterior de Rusia, el concepto de 'socios' [referido a los diplomáticos de otros países] no es una idea vacía, sino un principio fundamental", destaca la portavoz.

"#EEUU debe aprender lecciones de diplomacia de #Rusia" https://t.co/ZkT00AKmmj pic.twitter.com/ajkdEijoQ4

— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 20 de agosto de 2016

​Sin embargo, en los últimos años, los socios "han devaluado en gran medida este concepto", reconoce Zajárova.

"Durante las negociaciones, escuchando a nuestros socios, pasaban ante mis ojos los NUESTROS, que en aquellos momentos arriesgaban sus vidas o las perdían. Y en ese mismo momento, nos estaban hablando del 'segundo Afganistán', de 'combatientes moderados', mostraban imágenes falsas de cadáveres de niños, nos asustaban y exigían 'decirle a Moscú que será peor si…'", prosiguió.

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"La verdad es que tras aquellas negociaciones uno quería ventilar la sala y lavarse las manos", afirmó Zajárova.

"El Ejército y la Armada rusa —que durante estos años, literalmente con sus espaldas, como escudos humanos, protegieron al mundo de una guerra mundial— no solo son nuestros únicos aliados, sino, sobre todo, personas. Con familias, hijos, metas, sueños y problemas. Y un especial sentido del deber".

La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores destacó también el profesionalismo de los militares rusos, que "no trabajan por los premios, sino por Rusia".

"Sin duda, me gustaría vivir en una época de pacifismo universal. Pero no es así", se lamentó.

Al final de su publicación, María Zajárova agradeció el trabajo desempeñado por los militares rusos y confesó que se sentía orgullosa de ellos.