Además, Putin expresó la seguridad de que los ejecutores del atentado y los que lo ordenaron reciban el castigo merecido.
A su vez, el primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, expresó sus condolencias a su homólogo turco, Binali Yildirim.
"Este crimen bárbaro no tiene justificación, los culpables de perpetrarlo deben recibir un castigo duro", cita el telegrama de Medvédev su servicio de prensa.
Dos fuertes explosiones seguidas de un tiroteo tuvieron lugar en el centro de Estambul el 10 de diciembre. Una de las explosiones se registró en el aledaño Vodafone Arena, el estadio del club de fútbol Besiktas, dos horas después de un partido de fútbol. La otra se produjo en un parque próximo al estadio.
De acuerdo con el ministro turco del Interior, Suleyman Soylu, el saldo mortal del atentado de Estambul se elevó a 38 personas.