"A raíz de la catástrofe de Mi-8 en Yamal el ministro ruso de Transporte, Maxim Sokolov, ordenó a Rosaviatsia (Servicio Federal ruso de Transporte Aéreo) y Rostransnadzor (Servicio Federal de Supervisión de Transporte) inspeccionar la actividad de la compañía que realizaba el vuelo y enviar a los representantes de estas entidades al lugar del siniestro para ayudar a neutralizar las consecuencias (de la catástrofe)", dice el comunicado.
La nota señala que Sokolov abordó el accidente con el gobernador de la región, Dmitri Kobilkin, y expresó sus condolencias a las familias de los muertos.
Según los servicios de emergencia 19 personas murieron, tres sobrevivieron.
El Comité de Investigación ruso baraja tres hipótesis principales sobre la causa de la catástrofe: violaciones de las normas de seguridad de vuelo, fallo técnico o condiciones meteorológicas desfavorables.