"Hemos superado el periodo más difícil —si hablamos de la situación actual en la economía rusa— cuando nuestra economía se vio obligada a acostumbrarse a los revuelos exteriores", dijo Medvédev, al explicar que se trata de la caída de precios de hidrocarburos, la presión exterior, las restricciones políticas.
Para finales de 2016, el Ministerio del Desarrollo Económico espera que la inflación alcance el 5,8%, el mínimo en los últimos 25 años.
"Hemos logrado hacer que la economía pasa gradualmente a la trayectoria del crecimiento, a pesar de que este crecimiento todavía es muy débil, sin embargo, es un crecimiento", afirmó Medvédev.
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El primer ministro ruso espera que en 2017 la inflación se sitúe al 4%.