Rusia envió sus aeronaves antiincendios el 13 de agosto para ayudar a los portugueses a sofocar las llamas que amenazan con arrasar varias localidades.
"En casi un mes de labores la aviación del Ministerio de Emergencias extinguió 53 incendios forestales en una superficie de 3.200 hectáreas", dijo el portavoz.
Los equipos rusos, precisó, impidieron que el fuego se propague a tres reservas naturales y 24 localidades con una población de más de 78.000 habitantes.
Los aviones anfibios realizaron 169 lanzamientos de agua, un total de 2.000 toneladas del líquido para apagar las llamas.
Las autoridades de Portugal destacaron que gracias a la colaboración de los pilotos rusos la situación están bajo control.
Las tripulaciones de los aviones rusos cuentan con una vasta experiencia en la lucha contra el fuego, en particular ayudaron a apagar incendios forestales en Grecia, Montenegro y Serbia.