EEUU continúa siendo una potencia mundial y pocas decisiones a nivel mundial se toman sin su voz y voto. Sin embargo, considera el autor, EEUU necesita líderes que sepan hacia dónde llevan al país y desarrollen una estrategia acorde. Es obvio que el país norteamericano necesita aliados y tener en cuenta los intereses de sus socios.
Un nuevo acuerdo entre Moscú y Washington podría ser beneficioso para todos. EEUU aceptaría que Rusia es también una potencia mundial y juntos colaborarían en Siria e Irak, además de restablecer las relaciones económicas entre Rusia y Occidente. A cambio, los países del Báltico y Ucrania dejarían de sentirse amenazados desde el Este.
"En el fondo, trataremos a Rusia como una potencia mundial, a cambio de su colaboración en el Oriente Próximo, así como en la no proliferación nuclear y la lucha contra el terrorismo", asegura Gelb en el artículo.
Por otro lado, China es una tarea aún más dura para EEUU, ya que su influencia en Asia no se acerca a la de Pekín. El gigante asiático supera a sus vecinos a nivel económico e intentar controlar sus ambiciones políticas es uno de los grandes retos de la Casa Blanca.
Lea también: La alianza de Rusia con la UE sería un apocalipsis para EEUU
EEUU no sabe cómo usar sus posibilidades para enfrentarse de manera efectiva a los grandes desafíos del mundo moderno, concluye el columnista.