"La decisión de mantener el embargo de productos alimenticios por parte de Rusia dependió hoy para nosotros, ante todo, no tanto de las decisiones de la UE sino de la necesidad de crear condiciones mejores y más previsibles para nuestros agricultores", defendió el jefe de Gobierno ruso.
Al referirse a la política europea de presiones contra Rusia, Medvédev señaló que "en ese aspecto de nuestras relaciones continuamos sin mejoras".
El jefe del Gobierno ruso señaló que la lista de productos embargados se mantendrá invariable.
"La lista se mantendrá invariable, todas las prohibiciones se mantienen, y la razón es comprensible", indicó.
En lo que se refiere a sancciones impuestas a Turquía, Medvédev sostuvo que su cancelación debe transcurrir por etapas y no en perjuicio de los productores y socios rusos.
"Actuaremos por etapas; aquí es necesario, por un lado, abolir estas restricciones tomando en cuenta la mejora del campo político y, sin duda, no en perjuicio de los productores rusos y los socios que ya ocuparon los huecos libres del mercado ruso", dijo el primer ministro.