"El esquema de la organización de las obras asegura un ritmo alto y prácticamente continuo de la construcción: el puente 'crece' no de orilla a orilla, sino desde la tierra o desde el agua hacia arriba", explicó Luarsab Tsybulkin, jefe de la representación de la agencia federal de transporte 'Tamán', citado por la página web Zérkalo Krima —El espejo de Crimea en español—.
Los constructores han comenzado el montaje e instalación del primer tramo. En total, el puente contará con 287 tramos para coches y 306 para el ferrocarril.
Las primeras entregas de estructuras de acero para los tramos del puente comenzaron en mayo. Actualmente, ya se encuentran 'in situ' las vigas de 800 toneladas. Para la construcción de los tramos se utilizarán 250.000 toneladas de metal.
Las entregas están programadas de manera que las estructuras que vienen de las plantas se monten inmediatamente sin necesidad de almacenamiento.
El volumen de las obras no es el único reto de los constructores del puente a Crimea. La naturaleza también influye en el horario laboral, ya que el fuerte viento, usual en la región, impide el trabajo de los buques grúa.
El puente de Kerch conectará la región de Krasnodar y Crimea. Se espera que los coches puedan circular por la instalación desde diciembre de 2018, mientras que el camino para los trenes se abrirá en 2019. El puente, de 19 kilómetros de longitud, será el más largo de Rusia.
La construcción está considerada uno de los proyectos más ambiciosos de la ingeniería rusa.