La decisión de detener a Aksiónov fue anunciada por la fiscalía de la llamada República Autónoma de Crimea con sede en Kiev, una entidad que forma parte de la fiscalía general de Ucrania y que fue creada en 2015 para solucionar "a distancia" los litigios de la península de Crimea, considerada las autoridades ucranianas parte de su territorio.
"Es como si nosotros —los rusos— decidiéramos detener a Poroshenko. Bien vale hacerlo, pero es un asunto del Tribunal Internacional", comentó a RIA Novosti el representante del Parlamento de la península, Andréi Kozenko, calificando la propuesta de arrestar al más alto oficial de Crimea y oficial de Rusia como una muestra de "demencia y cinismo extremo".
El propio jefe de la República, Serguéi Aksiónov, comentó la decisión de la parte ucraniana.
Kiev también "arrestó" la propiedad del campamento infantil "Artek" cuyo valor, según varias estimaciones, equivale a 9,4 millones de dólares. El legendario campamento inaugurado en la URSS en 1925, fue nacionalizado en 2014 tras la reunificación de Crimea con Rusia y en mayo de 2015 pasó a ser propiedad federal del país.
"Las autoridades de Ucrania no han podido aún superar los dolores fantasmas y la pérdida parcial de memoria", señaló Aksiónov, explicando que "Ucrania no tuvo nada que ver con ‘Artek', creado y convertido en un campamento internacional infantil por la URSS y Rusia es su sucesora legal".
Aksiónov subrayó el hecho de que Kiev se preocupó por el destino de "Artek" solo después de su reconstrucción a gran escala, financiada por una parte del presupuesto federal de Rusia.
"A lo largo de los 23 años de la anexión de Crimea por parte de Ucrania ni un kópek —un centavo ruso— fue destinado a su desarrollo. Lo único que supieron hacer fue convertirlo en un ‘hotel' para los hijos de los oligarcas", concluyó.
A raíz de unos resultados aplastantes en el referéndum del 16 de marzo de 2014, la península se reunió con la Federación Rusa.