Más de la mitad de los encuestados considera el principal objetivo de la campaña la lucha contra el terrorismo y su expansión hacia territorio ruso; un 27 por ciento lo define como el apoyo al régimen de Bashar Asad para prevenir "revoluciones de color"; un 19 por ciento atribuye la misión a los intereses económicos de Rusia en Oriente Medio.
Un 12 por ciento afirmó que no entiende los motivos de Rusia para lanzar la operación.
En cuanto a la reciente retirada de la mayor parte de las tropas, la decisión cuenta con el apoyo del 81 por ciento de los encuestados, mientras un 7 por ciento se expresó en contra.
Además, casi un tercio de los rusos opina que las relaciones entre Rusia y Occidente mejoraron por la operación aérea en Siria, la misma cantidad cree que no hubo cambios, y menos de una quinta parte afirma que las relaciones empeoraron.
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La encuesta se realizó entre el 11 y el 14 de marzo de 2016 con participación de 1.600 personas mayores de 18 años en 137 localidades de 48 regiones rusas. El error de estadísticas del sondeo no supera el 3,4 por ciento.
