ESTOCOLMO (Sputnik) — "Rusia puede argumentar ahora que alcanzó lo que dijo que quería lograr en otoño y se puede decir que asumió la responsabilidad, entró y creó condiciones para el alto el fuego", señaló el analista Stefan Ring al comentar el inicio de la retirada de los militares rusos de Siria.
Otra razón, a juicio del experto, es que "Rusia realmente ha tenido éxito en esa guerra".
"Aunque ninguno de los bandos lleva las de vencer en el conflicto, el poder de (el presidente sirio Bashar) Asad se ha fortalecido mientras el EI ha retrocedido".
La operación en Siria, opinó Ring, ayudará a Rusia a consolidar su reputación de actor político global, algo que "también influye en la opinión pública dentro del país".
Al mismo tiempo, el analista mencionó las dificultades económicas que afronta Rusia.
"Una de las razones es que la situación económica de Rusia no es brillante. Y esta campaña (en Siria) no es gratis ni mucho menos", dijo.
Par Jonsson, del Instituto sueco de Política Exterior, considera que la operación militar en Siria reforzó la posición de Rusia en Oriente Próximo.
"Hace unos años (Siria) no era más que uno de los 22 países de la Liga Árabe apoyado por Rusia. Ahora Rusia ha regresado, y la retirada (militar) en este caso indica que Putin es de fiar", señaló el analista.
Los factores económicos, en su opinión, no fueron decisivos para este repliegue.
Más que respaldar al Gobierno de Bashar Asad, según Jonsson, Rusia busca influir sobre Siria, quienquiera que esté en el poder, así que la retirada es un elemento de presión a Damasco para que cumpla la resolución 2254 del Consejo de Seguridad de la ONU.
"Da a entender que la mayor amenaza ha pasado y ha llegado el momento de aceptar el plan de la ONU ahora que hemos salvado al Gobierno de ser derrocado por la oposición", dijo el experto.
El presidente ruso Vladímir Putin, al reunirse el lunes con los ministros de Defensa y Exteriores, ordenó comenzar a partir del 15 de marzo la retirada de las tropas del país en Siria, al dar por cumplida su misión antiterrorista y, paralelamente, intensificar las gestiones para alcanzar la paz.
Al mismo tiempo, Putin dijo que Rusia mantendrá su presencia en el puerto sirio de Tartus y en el aeródromo de Hmeymim.
El anuncio de la retirada coincidió con el relanzamiento de las consultas intersirias el 14 de marzo en Ginebra bajo la égida de la ONU.
Rusia comenzó una operación aérea en Siria el 30 de septiembre de 2015 para detener la expansión de Daesh (el autodenominado Estado Islámico), el Frente al Nusra y otros grupos terroristas.
La ofensiva se prolongó por cinco meses y medio y, según el titular ruso de Defensa, Serguéi Shoigú, contribuyó a obstaculizar el suministro de armas y municiones a los terroristas, cortar los principales canales del tráfico de petróleo y eliminar a miles de terroristas, entre ellos más 2.000 oriundos de Rusia.
Desde el pasado 27 de febrero en Siria está en vigor un alto el fuego, fruto de un acuerdo entre EEUU y Rusia.
La tregua, avalada por una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, no se extiende a los grupos terroristas, entre ellos Daesh y el Frente al Nusra, proscritos en Rusia y otros países.
