Mazur señaló que "la declaración refleja la posición de Rusia sobre una situación muy desagradable motivada por Turquía".
Entre el 1 y el 5 de febrero pasado Rusia tenía previsto realizar un vuelo de inspección a bordo de un avión An-30B sobre territorio turco en el marco del Tratado de Cielos Abiertos.
La parte turca aceptó la misión de observadores rusos en los plazos acordados, sin embargo, tras llegar los inspectores a Turquía, los funcionarios otomanos rechazaron el plan de vuelo, que incluía zonas cercanas a la frontera con Siria.
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En las fuentes oficiales no se publicó nada sobre limitación alguna del uso del espacio aéreo en el marco de dicho Tratado.
Firmado el 24 de marzo de 1992 en Helsinki, el Tratado de Cielos Abiertos autoriza a los observadores militares obtener imágenes de movimientos de tropas y buques en un vasto territorio que va de la ciudad canadiense de Vancouver hasta el puerto de Vladivostok, en el Lejano Oriente ruso.
El documento cuenta actualmente con 34 signatarios, incluida Rusia, que lo ratificó en mayo de 2001.