"Es preocupante la decisión de EEUU y Corea del Sur de empezar las conversaciones para el despliegue de los complejos antimisiles THAAD con el pretexto del ensayo nuclear de Corea del Norte del 6 de enero y el lanzamiento del cohete portador del 7 de febrero", indica un comunicado del Ministerio de Exteriores de Rusia.
La Cancillería sostiene que Washington aprovecha estos sucesos para ampliar la geografía de su escudo antimisil global.
"El despliegue de este sistema puede provocar una carrera armamentística en el Noreste de Asia y complicar la búsqueda de una solución al problema nuclear en la península de Corea", subraya.
Además Moscú llama a Washington y Seúl a estudiar exhaustivamente las posibles consecuencias que podrían provocar sus planes.