"Esperamos que nuestros amigos de Rusia jueguen un gran papel en resolver esta catástrofe de la población siria, esta tragedia, así como en lograr un arreglo político", dijo el líder catarí durante un encuentro con el presidente de la Duma de Estado (cámara baja del Parlamento ruso), Serguéi Narishkin.
Las relaciones entre Moscú y Doha, continuó el emir, son "muy firmes" y Catar está interesado en que "se continúen".
Por su parte Narishkin comentó que "la cooperación política ruso-catarí debe contribuir a la normalización de la peligrosa situación en esta gran región importante del mundo: Oriente Próximo y África del Norte".
"Esperamos que las consultas políticas entre nuestros países contribuyan al proceso", añadió.
Según Narishkin, "durante los últimos meses se logró activar los esfuerzos internacionales para contribuir al arreglo en Siria y un papel importante en esto juega y debe jugar el formato de Viena", en el que participa Catar.
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La gran importancia para Rusia, subrayó, la tiene la creación de una amplia coalición internacional contra el terrorismo que "debe basar sus actividades tanto en las normas del derecho internacional como en las normas de la Carta de la ONU, actuando en estrecha coordinación con las autoridades de los países de la región".
Rusia, agregó, evalúa positivamente que "el 18 de diciembre se aprobara unánimemente la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que refleja que (…) el futuro de Siria debe ser determinado por la población siria, sin injerencia desde afuera".
Expresó la esperanza de que la visita del emir sea "una etapa importante en el desarrollo de las relaciones bilaterales y el diálogo multifacético entre nuestros países".
Desde marzo de 2011 Siria está inmersa en un conflicto armado que ha costado la vida a más de 250.000 personas, según estimaciones de la ONU.
El pasado 30 de septiembre la aviación rusa lanzó una ofensiva aérea contra los grupos terroristas Daesh y Frente Al Nusra, ambos proscritos en Rusia y otros países, a petición del presidente sirio Bashar Asad.