"El presidente de Rusia Vladímir Putin ha firmado el decreto sobre la introducción de enmiendas al decreto (…) número 583 del 28 de noviembre de 2015, sobre las medidas para garantizar la seguridad nacional de Rusia y la protección de los ciudadanos de Rusia frente a acciones delictivas e ilegales, y sobre la aplicación de medidas económicas especiales respecto a la República de Turquía", dice el comunicado.
"Se prohíbe o restringe para las entidades que se encuentran bajo jurisdicción de la República de Turquía, así como para las entidades controladas por ciudadanos de la República de Turquía y/o entidades bajo jurisdicción de la República de Turquía, la ejecución (prestación) de ciertos trabajos (servicios) en el territorio de la Federación de Rusia, de conformidad con el listado que aprueba el Gobierno", indica el texto.
Este mismo lunes, el Gobierno ruso enfatizó que no tiene previsto restringir las exportaciones de cereales a Turquía.
"No hemos implantado prohibición alguna; nuestros exportadores están interesados en suministrar cereales si los socios turcos lo siguen comprando", aseveró el vice primer ministro ruso, Arkadi Dvorkóvich, en declaraciones a la televisión Rossiya 24.
Las relaciones entre Moscú y Ankara se deterioraron después de que un caza turco derribara en territorio sirio un avión militar ruso Su-24 que retornaba a su base tras bombardear objetivos terroristas.
Tras el derribo del Su-24, calificado por el presidente ruso, Vladímir Putin, como una "puñalada por la espalda", Moscú impuso restricciones económicas a Turquía, en concreto en los ámbitos del comercio, educación, turismo y empleo.
En particular, a partir del 1 de enero de 2016 se embarga la importación de ciertos alimentos turcos, se suspenden los viajes sin visado y se prohíbe la contratación de ciudadanos turcos.