"El año saliente ha sido uno de los más complicados en la historia contemporánea de Rusia, pero las sanciones y la presión no nos han desconcertado, hemos logrado resistir, nuestra soberanía es inamovible y nuestra seguridad garantizada, ejercemos una notable influencia sobre el desarrollo mundial, registramos los primeros indicios del crecimiento económico", dijo a Parlámentskaya Gazeta.
También ha señalado que la política del presidente y del Estado goza de un respaldo unánime de la ciudadanía, en particular, las decisiones sobre Siria.
Al mismo tiempo agregó que muchos países europeos "se habrán olvidado de lo que es la soberanía auténtica y la política independiente".
A su juicio, todo el mundo ve que la política de sanciones ha fracasado, pero nadie se atreve a anularlas sin el visto bueno de Washington.
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"Llamando a las cosas por su nombre, se portan como vasallos", resumió.
