Todt ha calificado de "impresionantes" los logros de las autoridades rusas en los últimos diez años.
"Vemos que el número de coches en Rusia ha aumentado un 60% pero el número de muertos (calculado por cada 10.000 automóviles) se ha reducido casi en un 50%; todo ello gracias a la participación de todos los organismos públicos y un trabajo excelente", ha subrayado.
A la vez, Todt ha indicado que el número de muertos y heridos en accidentes de tráfico en Rusia sigue siendo bastante alto.
"Lamentablemente, los indicadores siguen siendo altos; el problema consiste en la necesidad de informar correctamente y educar tanto a los conductores como a los peatones y exigir que cumplan con las leyes", ha insistido.
El enviado de la ONU ha indicado que Rusia debe tomar "medidas drásticas" para reducir el número de conductores ebrios.
"Las cifras que han presentado muestran un aumento (de accidentes de tráfico con participación de conductores ebrios); en gran medida se debe a que el control se ha hecho más riguroso", ha recalcado.
Todt ha asegurado que si durante un mes se retira el permiso de conducir a todos los borrachos al volante "los indicadores disminuirán inmediatamente" pero también ha llamado a aplicar una gama de medidas más amplia para combatir este mal.
"Estoy convencido de que en breve el número de casos así se reducirá y veremos resultados impresionantes", ha realzado.