“Nuestro enfoque sobre el tratado de paz y la cuestión territorial en las relaciones con Japón no ha cambiado después de Crimea”, indicó el mandatario precisando que “la gente que vive allí votó por adherirse a Rusia y hay que respetar su elección”.
Crimea y Sebastopol se convirtieron en regiones rusas después del referéndum celebrado en marzo de 2014, en los que la mayoría de sus habitantes votó a favor de separarse de Ucrania e incorporarse a Rusia.
Japón reclama cuatro islas del archipiélago de las Kuriles —Iturup, Kunashir, Shikotan y Habomai- alegando el Tratado Bilateral de Comercio y Fronteras que firmó con Rusia en 1855, y ha condicionado a su devolución la firma del tratado de paz con Rusia.
Tras la Segunda Guerra Mundial, estas islas fueron traspasadas a la Unión Soviética en virtud de varios acuerdos internacionales, Rusia a su vez asumió la soberanía de dichos territorios como sucesora legal de la URSS y se niega a revisarla.