La elaboración del proyecto de ley, pendiente de la primera lectura en la Duma, corre a cargo de la comisión parlamentaria para el Mercado Financiero.
El borrador establece para todas las agencias “reglas uniformes de actividad, incluidas las exigencias de independencia, prevención de conflicto de intereses y revisión de metodologías, así como transparencia informativa”.
El proyecto de ley autoriza a las agencias acreditadas a emplear la escala tanto nacional como internacional, pero no pueden “negarse a asignar calificaciones crediticias o revocar las notas otorgadas en virtud de las decisiones tomadas por las autoridades de otros Estados u otras instituciones internacionales”.
Los autores de la ley opinan que ésta permitirá “proteger el sistema financiero nacional contra decisiones unilaterales y políticamente motivadas de otros Estados”.
El proyecto de ley también regula el procedimiento de acreditación de las agencias extranjeras en Rusia y el de reconocimiento de las notas otorgadas.
El pasado 9 de enero la agencia de calificación Fitch rebajó la nota de la deuda soberana de Rusia hasta 'BBB-', lo que corresponde en su clasificación a una situación al borde de la suspensión de pagos.
La agencia Standard & Poor's (S&P) rebajó el 26 de enero de 2015 un escalón la nota de la deuda rusa a largo plazo, de 'BBB-' a 'BB+', y la situó en la categoría de 'bono basura'.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, declaró que la decisión de S&P se debe a motivos políticos y "tiene poco que ver con la economía".