"La actividad opositora registró un cierto receso ante 2013; los nacionalistas analizan el desafío ucraniano y los cambios en el sentimiento social", dice el estudio presentado este lunes.
Las organizaciones nacionalistas rusas se vieron divididas por su posición sobre el conflicto ucraniano, afirman los autores del informe.
Una parte apoyó la reintegración de Crimea a Rusia y "la primavera rusa" en Donbás (provincias de Donetsk y Lugansk), otros se pronunciaron por el Maidán ucraniano al calificarlo de protesta anticorrupción.
No obstante, no se registró ninguna "espiral de ucranio-fobia" en la sociedad rusa, incluido el espacio virtual.
Al mismo tiempo, los defensores de DDHH advierten de que el potencial de protesta nacionalista se preserva y hay que estar dispuestos a una nueva espiral que sería causada por la crisis económica en Rusia.
Además la política de sanciones contra Moscú, que llevan a cabo Europa y EEUU, puede provocar un aumento de tendencias antioccidentales en la sociedad rusa.
"No se debe excluir la reactivación de los partidarios del nacionalismo en Rusia, esta vez entre los que combatieron en el sureste de Ucrania", agregan los autores.
Según el informe, el año 2014 fue marcado por 50 casos de xenofobia agresiva, se trata tanto de asaltos como peleas colectivas que en su mayoría se produjeron en Moscú, San Petersburgo y las provincias cercanas.
En esos enfrentamientos murieron 17 personas, 93 resultaron heridas, mientras que en 2013 el saldo era de 25 fallecidos y 180 afectados.
Para prevenir la difusión de los estereotipos étnicos se debe crear un sistema de enseñanza al respecto y elaborar la política nacional hasta 2025, propusieron los defensores de DDHH.
