El Ministerio de Emergencias reconoció en un comunicado que los equipos de sus estaciones móviles de monitoreo confirmaron que sí hubo "un olor desagradable", pero descartó que los gases representen un riesgo a la salud de la población.
"De varias zonas de Moscú recibimos información de un olor desagradable (…). Su fuente es una sustancia que tiene la tercera clase de peligro", informó sin aclarar a qué material se refería.
Según los datos oficiales, los niveles de contaminación "no superan el límite permitido".
En noviembre pasado olor a azufre apareció en varios barrios de la capital rusa. El Ministerio de Emergencias comunicó entonces que el motivo del desagradable olor fue una falla en una refinería ubicada en las afueras de la capital.