"Las medidas de apoyo al crédito como, por ejemplo, relajar —o de tajo derogar- las normas que controlan el riesgo y que el Banco Central de Rusia emplea para evaluar la situación de las organizaciones crediticias son, por desgracia, inútiles y aunque podrían ayudar a ocultar el problema, no lo resolverían", subrayó.
Como ejemplo, dijo que "de la experiencia cotidiana se sabe que si curas solo los síntomas del problema sin resolverlo, vemos que empeora aún más, por lo que es mejor resolverlos desde ya".
Mencionó que uno de los objetivos del Banco Central de Rusia es controlar la inflación y que en diciembre el regulador subió las tasas de interés al 17% con este fin. Además el Banco Central supervisa el nivel de liquidez en el sistema bancario y se asegura de mantener las condiciones para un funcionamiento normal de los bancos.
Sin embargo, Simanovski reconoció que mantener las tasas de interés tan elevadas supone un riesgo.
"Entre mayor la tasa de interés, mayor es el riesgo que asume el prestamista del banco, es decir, quienes depositan su dinero", dijo Simanovski.
Esto, luego de que el miércoles, el jefe de Sberbank, el mayor banco estatal ruso, Guerman Gref hiciera sonar la alarma, ya que estas altas tasas de interés se pueden mantener por uno o tres meses como máximo, pero hay bancos que ofrecen depósitos con alto interés a un plazo de hasta tres años. Según Gref, el ofrecer depósitos bancarios de 19% o 20% al público equivale a jugar en el casino.
