"Por la noche un gato penetró en la vitrina, comió, rasgó bolsas, mordió y abrió las mercancías, calamares y pescado seco cuyo costo asciende al 63.000 rublos (más de 1.000 dólares)", cita la agencia Sputnik las palabras de una vendedora del recinto.
Testigos de los hechos afirman que se trata de un felino callejero que solía merodear el lugar y que a veces entraba en el edificio de la terminal aérea, aunque su presencia en un aeropuerto está totalmente prohibida por las reglas de seguridad de aviación.
Además se informó que la tienda culpó de lo ocurrido a la dirección del aeropuerto, mientras estos últimos consideran que los responsables del suceso son los vendedores de la pescadería que seguramente olvidaron cerrar el local o el escaparate en cuestión.
