El presidente de la Duma Estatal, Serguéi Narishkin, apoya el deseo de los familiares del príncipe Nikolái Románov de sepultar sus restos en Rusia.
“Algunos descendientes del príncipe Nikolái Nikoláyevich Románov, que fue en 1914 jefe supremo de los Ejércitos imperiales, se dirigieron a mí con ese propósito”, dijo Narishkin.
La última voluntad del príncipe era la de “ser enterrado en tierra patria, en Rusia, junto a sus soldados”, destacó el político. En el momento actual los restos de Románov yacen en la iglesia del Arcángel Miguel en Cannes, Francia.
“Creo que desde un punto de vista humano y a nivel estatal sería bueno apoyar la iniciativa de los miembros de la familia Románov y sepultar los restos en Rusia”, declaró Narishkin en el foro internacional dedicado a la I Guerra Mundial 'La Gran Guerra. Lecciones de la historia' que tiene lugar en Moscú.
El príncipe Nikolái Nikoláyevich fue hijo del príncipe Nikolái Nikoláyevich (el mayor) y la princesa Alexandra Petrovna (princesa de Oldenburgo) y nieto del zar Nikolái I. Ocupó importantes cargos militares, entre ellos el de jefe supremo de las Fuerzas Militares Terrestres y Navales durante la I Guerra Mundial.