Rusia condenó hoy una cadena de sanciones contra sus periodistas por su cobertura de la crisis en Ucrania y la tildó de violación de la libertad de expresión en respuesta a la negativa de las autoridades de Lituania a renovar la acreditación a una corresponsal de esta agencia.
El Ministerio de Exteriores lituano denegó la semana pasada una petición de prorrogar la acreditación presentada por la corresponsal de esta agencia en ese país Irina Pavlova. La cancillería no especificó las causas de esa decisión.
Exteriores ruso reaccionó con una medida recíproca al no renoval la acreditación al corresponsal de la radio y televisión nacional de Lituania Stasis Planutis.
“Se trata de una permanente campaña de acoso contra los periodistas. Es inadmisible en cualquier país miembro de la OSCE porque contradice a la Declaración de Helsinki”, dijo Mijaíl Fiódorov, presidente del Consejo Presidencial para los Derechos Humanos.
Fiódorov informó de que Rusia recurrirá las violaciones de los derechos de sus periodistas en tribunales internacionales.
La OSCE últimamente recibió informaciones sobre más de 20 casos de denegación de entrada en Ucrania a periodistas rusos, según la responsable de esa organización para la Libertad de Prensa, Dunja Mijatovic.
Anteriormente, la Unión Europea impuso sanciones individuales contra un grupo de funcionarios y empresarios rusos por «atentar contra la integridad territorial, la soberanía y la independencia de Ucrania».
Además, al cerrar sus puertas al presentador de televisión y jefe de la agencia de noticias Rossiya Segodnya, Dmitri Kiseliov, lo convirtió en el único periodista en la historia castigado con sanciones políticas.
