La intervención de Occidente en asuntos ucranianos mina el equilibrio estratégico global y amenaza la seguridad de varios países europeos y asiáticos, declaró el presidente del Parlamento ruso, Serguéi Narishkin.
“La descomedida intromisión de Occidente en asuntos internos de un país, que para nosotros es más que un vecino, socava de manera crítica la equilibrio estratégico global y amenaza, además de Rusia, la seguridad de varios países de Asia y Europa que desde hace siglos mantienen relaciones económicas, políticas y militares”, indicó.
Narishkin expresó su convicción de que los países de Asia y Europa son conscientes de ello y no dejarán que el orden y la seguridad mundiales establecidos después de la II Guerra Mundial se modifiquen unilateralmente.
Según el legislador, las sanciones que se imponen a Rusia representan un intento de políticos occidentales de justificarse ante la opinión pública por “sus fracasos que provocaron en Ucrania caos, una profunda crisis política y víctimas humanas”.
Exteriores ruso en reiteradas ocasiones declaró que los políticos occidentales, en particular de EEUU y otros países de la OTAN que instigaron a los radicales ucranianos a recurrir a la fuerza, son responsables de la escalada del conflicto en Ucrania.
Narishkin subrayó que las sanciones nunca han permitido resolver problemas como los de la crisis ucraniana ni han contribuido a reforzar el derecho internacional.
“Las sanciones son un arma de doble filo. Veremos si los contribuyentes y votantes occidentales apoyarán esta política cuando sientan su efecto negativo”, afirmó.
En la opinión del político, el Maidán ucraniano podría repetirse en cualquier país europeo.
“Acaso no todos los europeos se han percatado de que el guion de la primavera árabe fue por primera vez exportado a Europa y llevado a cabo con bastante éxito”, señaló.
