El presidente de Rusia, Vladímir Putin, vinculó las críticas a Sochi 2014 con las rivalidades en la política internacional que no tienen nada que ver con el deporte.
“Estos años trabajamos bajo críticas, ante todo constructivas y benevolentes del Comité Olímpico Internacional”, dijo al subrayar que sin estos comentarios Rusia no hubiera podido organizar los Juegos a un nivel tan alto.
Sin embargo, según el presidente, hubo también otro tipo de reproches de parte de personas ajenas al deporte que “se dedican a la lucha competitiva en el ámbito de la política internacional (…) y se aprovecharon este proyecto olímpico para conseguir sus objetivos de propaganda antirrusa”.
Putin señaló que Rusia como un competente fuerte provoca inquietud, rechazo o temor en lo que no comprenden que la sociedad rusa pasó por transformaciones profundas y cualitativas.
“Los Juegos Olímpicos eran importantes para nosotros porque –me gustaría creer que fue así– entreabrieron no solo las puertas a Rusia sino también al alma rusa para que la gente comprendiera que no hay qué temer, que estamos abiertos a la colaboración”, recalcó.
El presidente destacó que los esfuerzos de muchos y, en particular, del Gobierno convirtieron los Juegos Olímpicos en una fiesta de gran envergadura, calidad y belleza.
“En un momento determinado creímos en que podíamos construirlo y organizarlo. No obstante, la fiesta no hubiera sido completa sin la magnífica victoria de nuestra selección”, subrayó.