La compañía Gestamp, líder en la fabricación de componentes metálicos para la industria automovilística, amplía su presencia en Rusia, país que ve como uno de los polos del desarrollo económico y que en los próximos años estará entre los mayores productores mundiales del automóvil.
“Rusia es el pulmón de crecimiento de Europa y quién quiera ser líder global debe estar en Rusia, y no de una forma tímida”, declaró en entrevista a RIA Novosti Francisco Riberas, presidente de este grupo español que acaba de duplicar la superficie de su planta de estampación en frío ubicada cerca de Moscú y considerada una de las más modernas del sector.
Hace tres años, indicó el presidente de la compañía, Gestamp anunció el propósito de expandir sus capacidades en Kaluga a quedarse atrás del crecimiento del mercado ruso.
“Debo decir que incluso para mí fue una sorpresa la rapidez con la que decidimos (llevar a la práctica) la segunda fase de ampliación”, señaló Riberas y, como resultado, la fábrica de Kaluga “en estos momentos es la planta más avanzada de Rusia y seguramente una de las más avanzadas a nivel mundial”.
Gestamp está presente en cuatro continentes: sus 96 plantas en servicio y 3 en construcción, junto a 12 centros de Investigación y Desarrollo, están situados en 19 países y rindieron en 2012 unos ingresos de 5.757 millones de euros.
En el mercado ruso entró en 2009 en cooperación con uno de los principales productores de acero rusos, Severstal.
Desde entonces ya cuenta con tres fábricas innovadoras, en Kaluga, San Petersburgo y Toliatti, que aportan el 10% del facturado del grupo.
La tres plantas se ubican estratégicamente en los centros de desarrollo de la industria del motor.
La presencia de la empresa en Kaluga se explica por la ubicación de sus principales clientes —Volkswagen, Renault y Peugeot-Citröen- para los cuales Gestamp produce la mayor parte de los elementos de carrocería y chasis.
En el caso del grupo alemán el proceso de producción está integrado: las dos fábricas están incluso unidas por un túnel.
Las inversiones de Gestamp a la región rusa de Kaluga ascienden a 180 millones de euros. Para el gobernador de Kaluga, Anatoli Artamónov, la colaboración con Gestamp “es una confirmación de que la política de creación de buenas condiciones para los inversores da buen resultado”.
“Hace unos años, cuando empezamos a invertir, Rusia nos daba miedo por la aureola de país complicado y que venía de un proceso de transición bastante complejo”, confesó Riberas.
El resultado, sin embargo, fue positivo. En Rusia Gestamp no se encontró con más dificultades que en otros países.
“En términos generales no son peores que las dificultades que podemos tener en una implantación en la India, o en China, o hemos tenido en su momento en Brasil”, aseguró Riberas.
Una de las diferencias de Rusia, dijo, es que “en un país en el que en el mundo del automóvil quedaba mucho o casi todo por hacer nos encontramos con un nivel alto de formación teórica del personal y unos costes nada baratos”.
Al mismo tiempo, “los analistas están pensando que de aquí a unos diez años estará doblándose la producción de vehículos en Rusia”, dice, y “todo el mundo coincide en que Rusia, en ocho, en diez o en doce años, estará entre los cinco mayores productores de vehículos” en el sector del automóvil.
Este año Gestamp espera facturar en Rusia 200 millones de euros y está preparado para seguir creciendo junto con el mercado.
“No nos podemos quejar”, constató su presidente a RIA Nóvosti.
