Ocho personas resultaron heridas y otras 38 fueron detenidas por un motín de dos días registrado en el centro penitenciario número 6 de Kopeisk, en la provincia rusa de Cheliábinsk (región de los Urales), que se originó en una protesta de internos contra las condiciones carcelarias.
Los ocho heridos son policías de las unidades especiales enviadas al lugar de los hechos para dispersar a familiares de presos que se habían concentrado en la entrada al recinto. Al mismo tiempo, las autoridades no informan si hubo heridos entre los internos y sus familiares.
Esta mañana, el Servicio Federal de Ejecución de Penas (FSIN) dio por terminado el incidente y afirmó que la situación en la cárcel de Kopeisk y en otros centros penitenciarios de la provincia de Cheliábinsk está “estable y dentro de la normalidad”.
El motín estalló el pasado sábado por la mañana, después de que la dirección del centro canceló las tradicionales visitas de familiares sin explicar motivos de su decisión. Según diferentes estimaciones, a la protesta se sumaron entre 250 y 1.500 reclusos que exigían suavizarles el régimen penitenciario y poner fin al aislamiento carcelario impuesto a los infractores.
Un grupo de presos tomó el control de una de las torres de vigilancia, en la que colocó una pancarta que rezaba: “Ayúdenos”.
Entretanto, en el exterior de la prisión comenzaron a concentrarse familiares de los presos que habían acudido para visitar a éstos. Varias horas después, unidades especiales de la Policía rusa dispersaron a la multitud, deteniendo a un total de 38 personas.
Según familiares de los reos, la carga policial fue “brutal e injustificada” y causó numerosos heridos. El pasado fin de semana se publicaron en Internet varios vídeos grabados presuntamente frente a la cárcel de Kopeisk que muestran a personas con heridas en la cara y en la cabeza.
Por su parte, la Policía informó sobre ocho agentes heridos en los disturbios y afirmó que sus participantes estaban en estado de embriaguez, insultaban a los agentes e intentaban alterar el orden público.
Las autoridades también desmintieron informaciones sobre el uso de la fuerza contra los internos y la actuación de unidades especiales dentro del centro.
Este lunes, la Fiscalía de la provincia de Cheliábinsk informó asimismo que no halló indicios de torturas en la prisión de Kopeisk tras llevar a cabo una investigación a raíz de varias denuncias. La Comisión regional de Observación Pública recibió anteriormente denuncias por agresiones físicas, vejaciones y otros delitos cometidos supuestamente contra reclusos por el personal carcelario.
