El primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, opina que Rusia tardará algún tiempo en pasar al bipartidismo y está más bien en la fase de alianzas políticas.
“No creo que tengamos un sistema bipartidista en los próximos años”, declaró Medvédev en una entrevista a los medios galos en vísperas de una visita a Francia. Agregó que el sistema partidista de Rusia “se acerca mucho más al europeo y, en particular, al francés en el que la cantidad de partidos es muy superior”.
Auguró que en Rusia “irán surgiendo unas u otras alianzas políticas”. “Es normal, es la respuesta del régimen a la nueva situación de la sociedad civil, a las demandas sociales y a la postura de los ciudadanos”.
“Nuestra sociedad civil ha cambiado, se ha vuelto más activa y las autoridades deben tomarlo en consideración, reaccionar a ello (…) También el régimen necesita cambiar porque, si es inteligente y quiere preservarse la oportunidad de influir en la situación, ha de estar a la altura de la sociedad civil”, dijo.
Recordó en particular la vuelta a la elección de gobernadores por sufragio directo, la liberalización de la ley de partidos políticos y otras reformas que él mismo, en aquel entonces, jefe del Estado, impulsó a raíz de las protestas ciudadanas que siguieron a las sospechas de fraude en las elecciones parlamentarias de diciembre de 2011.
Medvédev, quien fue nombrado primer ministro de Rusia en mayo pasado después de traspasar la presidencia a Vladímir Putin, no cree que las autoridades hayan empezado a apretar las tuercas.
Resaltó la importancia de la “libertad interior” de cada individuo y subrayó que Rusia vive “una situación muy diferente a la de 2008”, año en que asumió la jefatura del Estado. Lo anterior, según Medvédev, no significa que las autoridades dejen de perfeccionar la legislación.
Justificó las nuevas normativas legales que obligan a las ONGs financiadas desde el extranjero a registrarse en calidad de agentes foráneos. No hay datos de que alguna de ellas haya tenido que cerrarse por ello, según Medvédev.
También avaló el recrudecimiento de sanciones por el incumplimiento de la ley de mítines y manifestaciones a raíz de los disturbios que tuvieron lugar en la plaza Bolótnaya de Moscú el 6 de mayo de 2012.
“Un manifestante que golpea a un policía iría a la cárcel en el extranjero”, dijo.
La sociedad rusa, según Medvédev, “no es la más desarrollada” y recién empieza a aprender “la organización correcta de los mítines”.
