El gobierno del primer ministro ruso, Dmitri Medvédev cumplió sus primeros cien días de gestión preparando medidas para afrontar tiempos difíciles condicionados por los riesgos de una nueva crisis en el mundo y los efectos que tendrá en la economía su ingreso en la Organización Mundial de Comercio (OMC), destacó hoy la prensa moscovita.
Medvédev fue ratificado primer ministro el pasado 8 de mayo y su gabinete trece días después, con la misión de preparar al país para resistir los impactos de una nueva crisis global, que evoluciona más que todo por el problema de la deuda en Europa, el aumento de los precios de los alimentos, la inestabilidad del mercado mundial de hidrocarburos y el nerviosismo en las bolsas.
Expertos consultados por el diario digital PBK Daily, destacaron que uno de los acontecimientos más notables de los primeros cien días del gobierno de Medvédev está relacionado con la implementación de la denominadas “normas del presupuesto”, y el costo que supondrá para la economía el ingreso de Rusia en la OMC.
Al respecto, PBK daily constató que las “normas” suponen un trago amargo para el actual gobierno porque fueron preparadas por el ex ministro de Finanzas Alexei Kudrin, un hombre de Putin, destituido fulminantemente por Medvédev.
Y no obstante, la mayoría de los expertos consideran que el gobierno, o mejor, Medvédev, al olvidar rencillas personales, se anotó un punto a favor al respaldar la variante conservadora para la elaboración del presupuesto (la de Kudrin), confirmando de ese modo su afinidad política con Putin en materia de economía.
En las actuales condiciones de recortes de gastos, el ingreso de Rusia a la OMC se perfila como dolor de cabeza para el gobierno y un problema muy concreto y real para el productor nacional, pero en ambos casos, esta situación tendrá el efecto de una descarga eléctrica que obligará a la economía buscar medidas para reducir el costo de producción y elevar la calidad de los productos rusos.
Al enumerar los puntos que ensombrecen la gestión del gobierno, algunos expertos, citados por el diario Novie izvestia, señalaron el aplazamiento a los planes de privatización de empresas estatales, porque en las circunstancias actuales, no se obtendrán los resultados esperados, ni desde el punto de vista de ingresos al fisco, o la ejecución de programas de inversión por parte de sus nuevos propietarios.
Otro punto negativo destacable es la lenta marcha de la reforma a las tarifas internas clave, como la electricidad, el gas, los combustibles y la calefacción tanto para la población como para la industria y la agricultura y los precios del transporte, la reforma de pensiones y las medidas para mejorar el clima de inversión.
