El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, calificó de inaceptables los intentos de intromisión en la labor de la Justicia, en particular en el caso del grupo punk ruso Pussy Riot, cuya condena a prisión por vandalismo recibió duras críticas por parte de Occidente.
Las declaraciones de Lavrov se producen después de que los Gobiernos de varios países occidentales tacharan de desproporcionada la sentencia a dos años de prisión a las tres integrantes de Pussy Riot que en febrero pasado interpretaron una “oración punk” en la principal catedral de Moscú.
“No se debe intervenir en la labor de los tribunales. Uno puede, a nivel personal, no estar de acuerdo o diferir de una sentencia dictada. Pero intervenir en la labor judicial es inaceptable”, declaró el jefe de la diplomacia rusa.
Por otro lado, recordó que la legislación de los países occidentales también prevé penas de cárcel para los delitos de vandalismo y blasfemia en lugares de culto.
“En Alemania la blasfemia y el sacrilegio en una iglesia se castigan con penas de hasta tres años de prisión, en Francia, de hasta dos años. En Finlandia también se prevén hasta dos años de cárcel por blasfemar en una iglesia”, indicó.
Además, el canciller ruso replicó a los que “intentaron presentarlo de tal forma como si la decisión del tribunal no hubiera sido independiente” recordando que en vísperas de la lectura del veredicto el presidente Vladímir Putin se mostró a favor de que el tribunal tuviera clemencia hacia las acusadas, lo mismo que pidió la iglesia ortodoxa.
Al mismo tiempo, existe la posibilidad de recurrir la sentencia y los abogadas de las Pussy Riot prevén aprovecharla, subrayó Lavrov.
“Intentemos no precipitarnos con las conclusiones y menos aún ponernos histéricos”, concluyó.
El pasado 21 de febrero, Nadezhda Tolokónnikova, María Aliojina y Ekaterina Samutsévich, del grupo Pussy Riot, irrumpieron encapuchadas en la Catedral de Cristo el Salvador e interpretaron una “oración punk” que decía “Virgen María, echa a Putin”. La actuación fue grabada en un vídeo que se publicó en Internet y provocó la indignación de numerosos creyentes ortodoxos.
Las tres jóvenes han recibido numerosas muestras de apoyo por parte de políticos occidentales y estrellas del mundo del espectáculo internacional, como Sting, Madonna, Danny DeVito, Stephen Fry o Paul McCartney.
