Las elecciones presidenciales del pasado mes de marzo en Rusia, en las que venció con un 63,6% el actual primer ministro del país, Vladímir Putin, dieron un claro ganador, aunque estuvieron rodeados de polémica, concluyó en su informe la misión de observadores de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (PACE, por sus siglas de inglés).
“Muchos las consideraron amañadas e injustas, como el Partido Comunista y otros”, explicó el responsable de la misión y autor del informe, el holandés Tiny Kox, al presentar este lunes las conclusiones de los observadores europeos ante la Asamblea.
En particular, indicó que durante la campaña electoral se utilizaron “recursos administrativos a favor de un solo candidato” y subrayó que la propia Comisión Electoral Central reconoció que en muchos de los colegios electorales se incumplió el procedimiento de escrutinio.
Por otro lado, el jefe de la misión de observadores destacó la “activa participación de la sociedad civil” en los comicios presidenciales.
“Rusia está cambiando, se están realizando reformas allí, que afectan también a los partidos políticos”, resumió Kox, al tiempo que expresó confianza en que Rusia siga adelante con las reformas emprendidas.
A su vez, el jefe de la delegación rusa en la Asamblea, Alexei Pushkov, definió el informe presentado como “equilibrado” y pidió a los parlamentarios europeos “no mirar al pasado, sino al futuro”.
Reveló asimismo el presidente de la Duma de Estado (cámara baja del Parlamento ruso), Serguei Naríshkin, aceptó la invitación de la PACE para intervenir en uno de sus plenos. Aunque Pushkov no dio una fecha concreto para ello, RIA Novosti dispone de informaciones que apuntan a que esa intervención de Naríshkin podría tener lugar en octubre próximo.
Según Pushkov, la visita del presidente de la Duma a la PACE supondría un “hito importante en las relaciones entre Rusia y la Asamblea”.
