El presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, durante su visita hoy a las islas Kuriles prometió a sus habitantes programas de inversión para desarrollar esas zonas apartadas de Rusia.
El mandatario ruso arribó a la isla de Kunashir, en el archipiélago sur de las Kuriles, donde se entrevistó con las autoridades, visitó instalaciones públicas, comercios, conversó con la población y visitó el hogar de una familia.
“Estamos interesados en que la gente se quede aquí” dijo Medvédev al tomar una taza de té con los anfitriones y añadió que “es importante que (la región) se desarrolle, por lo que invertiremos aquí dinero sin falta”.
Después el líder ruso ofreció una rueda de prensa en el edificio de un jardín de infancia local que entrará en funcionamiento próximamente.
“Aquí (en las Kuriles) habrá una vida mejor, parecida a la de la parte central de Rusia”, prometió el mandatario ruso.
Al comentar la situación con el éxodo de la población local en los años 1990, Medvédev afirmó que con eso “ya nada se puede hacer”.
“Eso no depende de nosotros. Si se crean buenas condiciones de vida, la gente vendrá. Algunos lo harán para descansar y otros para quedarse a vivir aquí”, concluyó.
Por su parte, el primer ministro de Japón, Naoto Kan, calificó de “lamentable” la visita a las islas, reivindicadas también por su Gobierno.
“Japón está convencido de que esas cuatro islas son parte de su territorio, por eso, la visita del presidente (Medvédev) es lamentable”, dijo Kan durante una intervención en el parlamente nipón.
Japón reclama cuatro islas Kuriles del Sur (Iturup, Kunashir, Shikotan y Habomai) alegando un tratado de 1855. Sin embargo, terminada la II Guerra Mundial, las islas fueron traspasadas a la
Unión Soviética en virtud de los acuerdos internacionales. Rusia, como heredera legal de la URSS, asumió la soberanía de estos territorios.
