"El objetivo que nos nuclea es que este Gobierno neoliberal termine con el avasallamiento de nuestro trabajo y nuestros derechos", señaló a Sputnik una empleada pública del Ministerio de Desarrollo Social, Alejandra.
La trabajadora, de unos 40 años, comentó que su salario se ha visto mermado, mientras aumentan todos los servicios públicos.
"Es el ministerio que menos se ha tocado, aunque ahora se anunció una reestructuración y creemos que vamos a correr la suerte de otros compañeros que también trabajan en el Estado", afirmó.
El Ministerio de Desarrollo Social, en cualquier caso, tiene la mayoría de las partidas presupuestarias subejecutadas y ha paralizado gran parte del trabajo territorial, aseguró la mujer.
"Hace dos años que el ministerio está parado, sólo se sostienen los planes sociales, pero no hay nuevos programas", alertó.
Convocados por el poderoso sindicato Camioneros, las dos Centrales de Trabajadores de Argentina (CTA) y una rama de la Confederación General del Trabajo (CGT), la principal central obrera del país, cientos de miles de personas se movilizaron en el centro de la capital argentina y en otras ciudades del país.
La mujer, de 64 años, señaló que cobra 7.200 pesos al mes (360 dólares) de pensión cuando solo de electricidad y de gas paga unos 3.800 pesos (190 dólares).
"No sólo vivimos de pagar impuestos, también necesitamos vivir", dijo a esta agencia.
Aunque comenzó a trabajar hace 46 años como empleada de limpieza, Nicolasa se jubiló oficialmente a los 60, aunque continúa trabajando para poder llegar a fin de mes.
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"Cómo no vamos a protestar y a venir a la marcha por más que no estés en una organización", señaló.
Ajustes y suspensiones
Desde la provincia de Córdoba (centro), viajaron 110 trabajadores de la planta de la automotriz Volkswagen para protestar "contra de las políticas gubernamentales del presidente y de los ajustes que están haciendo día a día".
"No están permitiendo que se negocien los aumentos salariales, y las inflaciones superan todas las ofertas", señaló por su parte Diego, afiliado al gremio Federación Nacional de Camioneros.
Toda la plantilla que trabaja en la fábrica, integrada por unas 2.000 personas, cobra un 75% de su sueldo un día por semana debido a una suspensión decretada por la firma alemana.
Razones parecidas motivaron a un grupo de empleados de la empresa francesa Carrefour para participar en la manifestación.
"El Gobierno está encerrado, no camina la calle, por así decirlo, no va al supermercado, y los precios están subiendo continuamente", advirtió Marcelo, afiliado al sindicato de Comercio.
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Aunque reconoció que el Gobierno de Macri fue elegido democráticamente, el sindicalista acusó al Ejecutivo de no atender a la clase media y trabajadora.
"Estamos aquí para apoyar a los trabajadores, para pedir mejoras salariales, porque los sueldos se están yendo muy abajo, y para oponernos a la reforma laboral que el Gobierno pretende aprobar en marzo", afirmó Marcelo.
Este trabajador aseguró que tiene "compañeros que trabajan doce horas para poder subsistir, y más ahora que están aumentando todos los impuestos".
Varios ministros del Gobierno argentino intentaron restar importancia a la marcha, mientras el presidente Macri se alejó de la Casa Rosada (sede del Ejecutivo), en el centro de Buenos Aires, para asistir a varios actos en la provincia de Entre Ríos (este).