En más de dos décadas de registros, poco más de 18 hectáreas contabilizadas en 1997 fue la mayor extensión de bosques ocupados por la peculiar mariposa de color naranja y negro, dijo este martes el World Wild Fund (WWF).
Pero esa zona decreció dramáticamente al límite de la extinción el año pasado, con el 0,63 de una sola hectárea, aunque este año la zona casi se duplicó a poco más de una hectárea (1,13), una pérdida del 94% de aquel pico histórico registrado hace 18 años, es el segundo menor registro histórico.
El trabajo del zoólogo canadiense Fred Urquhart y su esposa Nora se inició en 1937 y culminó en 1975 con uno de los descubrimientos más asombrosos del siglo XX, el santuario de las monarca en México.
La espléndida y atractiva mariposa adoptada como símbolo nacional de la fauna mexicana, hace un titánico y asombroso viaje de hasta 4.200 km en colonias de millones de ejemplares huyendo del crudo invierno para su reproducción e hibernación.
Cinco de las nueve colonias de mariposas llegaron este invierno boreal a la reserva natural de la biósfera, y cuatro fuera de ellas en zonas comunales, acosadas por la deforestación y la tala clandestina de coníferas, según los expertos.
Durante la temporada, el WWF y la secretaría de Medio Ambiente gubernamental, con apoyo de la fundación Telcel del multimillonario Carlos Slim, registró en el lapso 2014-2015 apenas nueve colonias de hibernación de mariposas monarca, tres en Michoacán y seis en el Estado de México, vecino de la capital.
El WWF apela a EEUU y Canadá
Las 1,13 hectáreas ocupadas por la monarca en esta temporada "deberían ser una motivación adicional para que el compromiso que hicieron en México en febrero de 2014 los líderes de Canadá, EEUU y México se traduzca en acciones concretas e inmediatas", afirma Omar Vidal, Director General del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) en México.
"Es indispensable restaurar y proteger el hábitat de esta emblemática especie en los tres países, pero sobre todo limitar el uso de herbicidas y el cambio de uso del suelo en los EEUU y mantener los esfuerzos para evitar la deforestación en México", alertó el experto conservacionista.
Las mariposas monarca (Danausplexippus) que hibernan en México, migran desde Canadá y los EEUU para establecer sus colonias en los bosques de oyamel y pinos, refugio único en México, y la superficie forestal ocupada por estas colonias se emplea como indicador indirecto del número de mariposas que llegan a México.
Las tres principales amenazas para la mariposa monarca en América del Norte son, en primer lugar, la "reducción del hábitat reproductivo en los EEUU, debido a la disminución del algodoncillo (principal alimento de sus larvas), por el uso de herbicidas y el cambio de uso del suelo", según los expertos.
En segundo lugar, la deforestación y degradación forestal por la tala ilegal en los sitios de hibernación en México"; y en tercer lugar, las condiciones climáticas extremas en Canadá, EEUU y México.
"La combinación de estas amenazas ha ocasionado la dramática disminución de las mariposas que hibernan en México, que en 2013-2014 alcanzó la menor superficie forestal ocupada por colonias en dos décadas", dijo el WWF, organismo mundial independiente fundado en 1961.
Los herbicidas matan el alimento de la monarca: el algodoncillo
El uso de herbicidas en los cultivos de soja y maíz, entre 1999 y 2010, en los EEUU redujo un 58% la disponibilidad de algodoncillos y la reproducción de esta mariposa disminuyó el 81%, lo que está relacionado con la baja densidad en los sitios de hibernación en México, denunció el director del WWF en México.
La tala ilegal a gran escala en la zona núcleo alcanzó su mínimo en la temporada 2012-2013, cuando no se detectó la pérdida forestal por esta causa.
En 2013-2014 no se registró una deforestación por la tala hormiga, pero 5,18 hectáreas fueron afectadas por la tala ilegal a gran escala.
En conjunto, esas instituciones públicas y privadas han reforestado 9.823 hectáreas con una plantación de poco más de diez millones de árboles nativos producidos en 12 viveros comunitarios.
Además, han apoyado negocios sustentables que generan más de 300 empleos en tres centros de transformación de madera, 25 módulos de producción de hongos y artesanías.
El gobierno de México ha fortalecido la vigilancia apoyando las brigadas comunitarias para la protección de 36.900 hectáreas de bosques; pero cada año los científicos y conservacionistas se asoman con la angustia de ver cada vez menos a la singular monarca.
