Desde la ventana del palacio apostólico, Francisco denunció el hecho de que en ese territorio "los conflictos armados" siguen continuamente a las "frágiles treguas".
El jerarca de la Iglesia Católica instó a comenzar una "negociación sincera" en Nagorno Karabaj que permita detener el derramamiento de sangre y lograr una "paz estable" en la región.
"El conflicto ha conllevado la destrucción de las infraestructuras así como los lugares de culto con la implicación de la sociedad civil cada vez mayor. Es una tragedia", dijo el pontífice en el Ángelus de este domingo 1 de noviembre, cuando la Iglesia Católica celebra el Día de Todos los Santos.
Los choques armados, que volvieron a estallar el pasado 27 de septiembre y en los que las partes beligerantes llegaron a usar blindados, artillería, aviación y sistemas de misiles por primera vez desde la guerra de 1992-1994, provocaron centenares de bajas militares y decenas de víctimas civiles.
Para impulsar una solución negociada del conflicto, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa instituyó en 1994 el llamado Grupo de Minsk, copresidido por Estados Unidos, Rusia y Francia.
Desde el rebrote de las hostilidades a finales de septiembre, Azerbaiyán y Armenia han pactado ya tres armisticios en la zona de conflicto —a partir del 10, el 18 y el 26 de octubre— pero las treguas fueron infringidas el mismo día que entraron en vigor.