En octubre de 2020, la Asamblea Especial para la Región Panamazónica dio luz verde a un documento según el cual se pueden ordenar sacerdotes a hombres casados "para sostener la vida de la comunidad cristiana mediante la predicación de la Palabra y la celebración de los Sacramentos en las zonas más remotas de la región amazónica".
Kovalevski afirmó que "desde el punto de vista formal", el papa puede permitir que un hombre casado sea ordenado sacerdote. Sin embargo, el propio celibato no es una norma dogmática, sino "canónica y disciplinaria".
Por su parte, Tabak subrayó que el antiguo papa era conocido por su conservadurismo dogmático. El experto subrayó que ahora la Iglesia Católica está sumergida en una lucha entre los partidarios y los detractores del celibato.
"Una persona de nuestro tiempo tiene dificultades para compaginar la soltería con las actividades religiosas. Decenas de miles de sacerdotes están luchando contra el celibato", afirmó.
"Pocos hombres son capaces de vivir sin una mujer y sin poder satisfacer sus necesidades sexuales. La abstinencia puede desembocar en ciertos problemas en el servicio religioso o hasta provocar la agresión o el fanatismo", explicó Tabak.
El historiador mencionó puso como ejemplo aparte el hecho de que la Iglesia Ortodoxa Rusa ofrece a sus clérigos un compromiso: se dividen en los denominados sacerdotes blancos —que se casan antes de comenzar a servir— y los negros, que dedican toda su vida a la Iglesia.
El experto subrayó, al mismo tiempo, que las normas de la Iglesia Católica son bastante "flexibles", así que es posible que la legislación sea modificada en los próximos años y que los sacerdotes católicos por fin tengan la oportunidad de empezar una familia.