La decisión fue tomada en 2015 por el monseñor Ricardo Ezzati quien inició un proceso de reordenamiento patrimonial que definía que el Arzobispado de Santiago no podía tener participaciones en empresas.
Así, el 2016 se vendió el 15 por ciento de la automotora Coseche por una suma de 210 millones de pesos (325.000 dólares) y este año se concretó la liquidación de un remanente en Inversiones Norte Sur por 126 millones de pesos (195.000 dólares).
Además se vendieron acciones de la papelera y forestal CMPC, de la empresa minera SQM, de la compañía eléctrica Enel, y de Telefónica, entre otras.
"Ahora las inversiones de la iglesia están en fondos mutuos de renta fija", explicó Parker al mismo medio.
Según lo explicado por el administrador de los bienes, los dineros de la iglesia de Santiago ahora se generan principalmente de tres fuentes: donaciones privadas, el uno por ciento del ingreso de los fieles y de arriendos.
"No queremos estar inmersos en situaciones que nos puedan ocasionar un riesgo reputacional que no nos corresponde", dijo.
En 2016 el Arzobispado tuvo ingresos por 10.337 millones de pesos (15.983.000 dólares), lo que representó una disminución del 3,8 por ciento con respecto al año anterior, informó La Segunda.