La ermita de la Santa Trinidad está situada junto a la base científica rusa de Bellingshausen, y tiene el récord de ser la iglesia ortodoxa más austral del mundo. El edificio de madera se construyó en Altái, en Siberia, en el año 2002 y dos años después fue transportado hasta su ubicación final, en la cima de una pequeña colina rocosa, según informa ABC.
Desde hace tiempo, sacerdotes rusos se van turnando para vivir algunos años en este lugar, cuyas temperaturas pueden alcanzar los —30ºC. Paladi lo define como "un privilegio".
La única compañía que pueden encontrar los investigadores rusos en el lugar, a parte de los pingüinos y los lobos marinos, son dos bases similares con científicos chinos y chilenos.
"Después de cuatro años estoy convencido de que la Antártida es un sitio muy especial cuyo paisaje resuena en los visitantes a lo largo de toda su vida", explica el religioso.
La ermita de la Santa Trinidad tiene un diseño especial para soportar las duras condiciones climáticas de la Antártida. Por ejemplo, está anclada al suelo con unas grandes cadenas para evitar que los fuertes vientos que se registran en la zona, que pueden alcanzar los 150 km por hora, la despeñen.
El templo, con los iconos religiosos y el incienso típicos de cualquier iglesia ortodoxa, ha llegado a acoger dos bodas, una oficiada en 2010 entre dos investigadores rusos y otra celebrada unos años más tarde entre un científico chileno y una científica rusa, según informa el medio.
Por extraño que parezca, en la Antártida existen otros seis templos religiosos, pero este es el único dedicado a la fe ortodoxa.