Francisco llegó a Egipto tres semanas después de que dos ataques yihadistas mataran a 45 personas e hirieran a un centenar más en dos iglesias cristianas coptas en las ciudades de Alejandría y Tanta, en plena celebración del Domingo de Ramos.
Francisco aseguró que para prevenir los conflictos y construir la paz hay que eliminar las situaciones de "pobreza y explotación, donde más fácilmente actúan los extremismos" y acabar con el comercio de armas.
Además, abogó por el diálogo interreligioso y advirtió contra "la instrumentalización" de la religión por parte del poder en una conferencia internacional de paz organizada por la Universidad y la Mezquita de Al Azar, la institución del islam suní más importante de Oriente Medio.
El Gran Imán de Al Azar, Ahmed al Tayeb, que mantuvo un encuentro con Francisco, hizo hincapié en que el islam, el cristianismo y el judaísmo "no son religiones terroristas".
Bajo el lema de "El Papa de la Paz en el Egipto de la Paz", el pontífice pretende expresar su "afecto, consuelo y apoyo a todos los cristianos de Oriente Medio" y llevar un "mensaje de hermandad y reconciliación con los hijos de Abraham, particularmente con el mundo musulmán" en un viaje "de unidad y fraternidad".
A pie de pista, en el aeropuerto lo recibieron representantes de las iglesias católica y copta y el primer ministro egipcio, Ismail Sherif. Poco después se dirigió al Palacio Presidencial en Heliopolis para reunirse con el presidente egipcio, Abdelfatá al Sisi.
Según el diario egipcio "Al Ahram", el Obispo de Roma y Sisi hablaron de la situación en Oriente Medio, el aumento del extremismo, las relaciones entre la Iglesia Católica y el mundo islámico y algunos asuntos bilaterales entre El Vaticano y Egipto.
Sisi dijo en una intervención ante al papa que su país "está en la primera fila de la lucha contra el terrorismo" y Francisco llamó, a su lado, al "respeto incondicional" de los derechos humanos en un país en el que se producen graves violaciones.
Francisco se reunió luego con el Papa Copto Teodoro II, con quien caminó hasta la iglesia copta de San Pedro y San Pablo, en el corazón de El Cairo.

El pasado diciembre esta iglesia fue escenario de un atentado reivindicado por los yihadistas del Estado Islámico (EI) mató a 29 personas.
La visita de Francisco, de 80 años, se efectúa en plena ola de violencia yihadista contra la comunidad cristiana, un 10% de la población egipcia, de 92 millones.
Egipto se encuentra en Estado de emergencia desde hace casi tres semanas y las medidas de seguridad decretadas por la visita del papa, que ha rechazado desplazarse en vehículo blindado, son férreas.

El Obispo de Roma celebrará mañana una misa para la pequeña comunidad católica de Egipto, de unas 272.000 personas.
Francisco es el primer papa que visita Egipto desde el año 2000. Entonces fue Juan Pablo II quien estuvo en El Cairo.
El actual sumo pontífice estuvo en Oriente Medio en el 2014, cuando visitó Palestina, Israel y Jordania.