El patriarca recordó que la destrucción de templos y las matanzas de creyentes marcaron un horrible episodio de la discordia.
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"La paz en torno a la iglesias recuperadas ha de simbolizar la concordia y el perdón recíproco entre los rojos y los blancos, los creyentes y los ateos, los ricos y los pobres", subrayó.
El jerarca religioso hizo hincapié en que el patrimonio cultural de Rusia con sus catedrales, monasterios y obras de arte fue creado, en gran medida, por los creyentes.
"Que recuperen el derecho de preservar por cuenta propia sus santuarios no implica amenaza alguna, sino que insuflará vida real a los monumentos, ayudará a que sean un instrumento de ilustración del pueblo", dijo Kiril.
La catedral de San Isaac de Dalmacia, obra del arquitecto francés Auguste Montferrand, es la cuarta catedral más alta del mundo por la altura de su cúpula (101,5 metros) y unas de las imágenes icónicas de San Petersburgo.
Las autoridades de San Petersburgo decidieron cederla en comodato, por 49 años a partir del 1 de marzo de 2019 a más tardar a la Iglesia Ortodoxa Rusa y afirmaron que el hecho no cambiaría el estatus legal del edificio, que funciona como museo desde 1948 y volvió a acoger servicios religiosos en 1991.
La Iglesia, por su parte, prometió ampliar la actividad museística y establecer entrada gratuita a la catedral, construida a mediados del siglo XIX.
Sin embargo, la iniciativa provocó el rechazo del gremio museístico de San Petersburgo que advirtió sobre el peligro de liquidación de uno de los museos más exitosos de Rusia.
Más de 210.000 personas firmaron en la plataforma Change.org una petición que insta al gobernador de San Petersburgo, el presidente de Rusia y el Ministerio de Cultura a evitar el traspaso de la catedral de San Isaac.